lunes, 27 de abril de 2009

Jugando en la Altura II

Hoy es sábado 25 de abril de 2009 y Rodrigo sabe que tiene 2 revanchas por cumplir.
El sábado pasado perdió los partidos que jugó y no pudo ver a la niña de 14 años que tiene los ojos más preciosos.
A pasado por el centro de estudios de la pequeña pero no ah podido verla. Se dirige a la cancha, está molesto por no poder cobrarse la primera revancha. Rodrigo está decidido a cobrarse la segunda revancha sea como sea. Al llegar a la cancha se pone la ropa deportiva y comienza con el calentamiento respectivo, Rodrigo quiere dar mejor impresión que la que causo la semana pasada en la que no tuvo buenos partidos.
La gente es escogida y los equipos se disponen a comenzar el encuentro. En frente de él tiene a uno de los mejores arqueros que conoce. Él sabe que ahora esta en mejor forma que la semana pasada y tiene unas ganas locas de hacer un gol aunque sea con la mano, sin exagerar Rodrigo no anota un gol hace por lo menos 2 años (en los últimos 2 años él no ha jugado mas de 10 partidos). Cuando estaba en el colegio Rodrigo era delantero y estaba acostumbrado a hacer goles en todos los partidos y ahora que siente que las ganas que tiene por jugar fútbol han vuelto a renacer en él; quiere volver a ser el de antes.
El partido ha comenzado con juego rudo como era de esperarse, Rodrigo ve venir el balón y hace una jugada de taco para pasarle el balón a su compañero, este devuelve de un toque para Rodrigo; ve venir al portero achicando el ángulo y cubriendo su primer palo. Entonces Rodrigo decide acelerar al máximo, ponerse a prueba a si mismo, comprobar si todavía cuenta con la velocidad de antes; corre a toda velocidad y decide pegarle en primera con el borde externo del pie. El balón describe una curva genial y se aleja de la mano derecha del portero para clavarse en la esquina del segundo palo. Genial, maravilloso, Rodrigo ha sentido algo parecido a un orgasmo luego de anotar ese gol.
Luego de eso Rodrigo hizo 2 goles mas en ese partido y 2 goles en el partido siguiente, ganó las 2 apuestas y así recupero su dinero perdido la semana pasada.
El sábado ha sido bueno aunque no consiguió cobrar las 2 revanchas que tenia, pero para Rodrigo una felicidad en el fútbol puede acabar con todas sus tristezas. La próxima semana volverá a la cancha de la altura con las ganas de jugar mejor que hoy y si se puede llegar a tiempo para ver los ojos más lindos de Lima que, curiosamente, le pertenecen a una niña de 14 años.

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